Cuantas veces cuando eramos niños haciamos berrinches porque nuestros papas no nos dejaban hacer lo que queremos, nos llevaban a un grado tal de frustacion que gritabamos, pataleabamos y nos arrastrabamos, es cierto que tiene que ver con la disciplina que ellos quieren inculcarnos y que pues son las unicas personas que nunca nos desearian un mal, ellos se matan tratandonos de evitar daños y sufrimientos pero lo cierto es que no es posible. Se me viene a la mente una historia de mi infancia que me cuesta mucho superar, cuando yo era chiquita practicaba el ballet mi maestra era la maestra mas linda de todas la maestra Claudia, iba yo a las 4 de la tarde de lunes a viernes con dos chinguitos y mis moñitos azules, lo recuerdo perfecto y eso que tiene como 12 años; resulto que MI maestra Claudia se embarazo y paso sus grupos a una maldita maestra cubana Gina jaja todavia la odio! era mala y nos daba de nalgadas, claro mi mamá como la protectora incansable decidió que solo ella podia darmelas nadie más asi que me saco del ballet, en su intento por protegerme me perjudico y me trunco un sueño, claro tiempo despues intente ir otravez pero como ya estaba grande ya no aprendia y no me aceptaron en la unica pinche escuela de ballet otra vez el sueño truncado, que triste historia pero tiene mucha enseñanza y pues de todo aprendemos: debemos permitirnos caer para luego levantarnos y hacer lo que queramos.
En contraste recuerdo yo una historia más reciente, el momento en que me equivoque de carrera en que momento se le ocurrio a mi mamá dejarme caer! hubiera preferido mil veces que la cubana esa me diera unas cuantas nalgadas, es muy diferente y etapas totalmente de mi vida; pero aun asi que dificil !! En fin creo que esto de decidir el momento en el que debemos dejar caer a nuestros hijos pues solo lo sabremos y entenderemos ese mundo raro de ser padres cuando entremos en el.
Mientras tanto, ahora somos jovenes adultos y creo que a la mayoria nos soltaron y pues que padre y que divertido hay que aprovecharlo y desquitarnos de aquellos que nos sacaron de la escuela de ballet, bueno talvez no. Es bien divertido caer pero mucho mas saber levantarse con una sonrisa, recordando y amando todas nuestras cicatrices. Hacer lo que queramos nos hace libres no solo de cuerpo tambien de alma permitirnos amar, soñar, crear, diseñar, bailar, cantar, brincar, dormir, comer, etc
No hay comentarios:
Publicar un comentario